Un volcán es una montaña que puede expulsar lava, cenizas y gases. Se forma cuando las placas tectónicas se mueven y el magma sube a la superficie. Los volcanes pueden ser activos, inactivos o extintos. Son responsables de crear nuevas tierras y formar montañas.
Un volcán tiene varias partes, como el cráter, que es la abertura en la cima. También tiene cámaras de magma debajo de la tierra y conos que se forman por las cenizas. La lava fluye por las pendientes durante una erupción. Cada parte ayuda a entender cómo funciona un volcán.
Existen diferentes tipos de volcanes: los escasos, los compuestos y los de escudo. Los volcánes escasos son grandes y tienen erupciones violentas. Los volcánes de escudo son más suaves y expulsan lava fluida. Cada tipo se forma de manera diferente y tiene características distintas.
Los volcanes ayudan a formar terrenos fértiles para cultivar plantas. También liberan gases que enriquecen la atmósfera. Sin embargo, las erupciones pueden ser peligrosas para las personas. Por eso, es importante estudiar y monitorear los volcanes.
Una erupción volcánica es cuando el magma sale del interior de la Tierra. Puede expulsar lava, cenizas y gases. Algunas erupciones son pequeñas, pero otras pueden ser muy grandes y peligrosas. Después de una erupción, el volcán puede cambiar de forma y tamaño.